La apnea del sueño no solo representa un riesgo para la persona que la padece, sino también para su comunidad y lugar de trabajo. Las últimas investigaciones muestran que el vínculo entre la apnea del sueño y la salud ocupacional se está haciendo más claro.
Según un estudio de 2010, los trastornos del sueño suelen asociarse a un menor rendimiento laboral y conducen a un mayor riesgo de accidentes en el lugar de trabajo, sobre todo cuando el trabajo incluye el manejo de un vehículo.1 En gran parte, esto se debe a la somnolencia diurna excesiva, un síntoma común de la apnea del sueño que se sabe que afecta el rendimiento, enlentece los tiempos de respuesta y reduce la memoria.2
Como profesional de salud, entender los efectos de la apnea del sueño en determinadas situaciones específicas de salud ocupacional puede ayudarlo a tratar a los pacientes de manera eficaz y ahorrar tiempo al restringir las opciones de diagnóstico. Debido al vínculo bien documentado de la apnea del sueño con diversas comorbilidades, el tratamiento de la apnea del sueño como un problema de salud ocupacional puede mejorar muchos aspectos de la salud general del paciente.
Resulta alarmante constatar que alrededor del 80 % de los empleados con apnea del sueño no están identificados ni reciben tratamiento.3 El diagnóstico y tratamiento de este grupo de personas puede ayudar a salvar vidas, mejorar la productividad y reducir los costos sociales.
Las personas con apnea del sueño sin tratar también tienen:
La apnea del sueño afecta a alrededor del 28 % de los camioneros,14 por lo que este grupo presenta grandes riesgos en lo que respecta a la apnea del sueño y la salud ocupacional. Una empresa de camiones puso en práctica un programa para diagnosticar y tratar la apnea del sueño en sus empleados. Con ello, logró reducir un 56 % los gastos médicos de los conductores que recibieron tratamiento, lo que dio como resultado un ahorro de más de 7000 dólares por conductor al año. También logró reducir un 50 % los accidentes evitables.15